Como artista, maestro y crítico, Rafi Lavié ha tenido gran trascendencia en el quehacer cultural de Israel. Es un promotor y sismógrafo del gusto de la escena artística local, especialmente en Tel Aviv, la ciudad donde nació 1937, y donde se ha hecho famoso creando sus imágenes en grandes paneles de madera terciada, con pinceladas en rosa y blanco, garabatos lineales y las marcas de lápiz blanco que caracterizan muchas de sus obras.
"El texto no es necesariamente sólo textura", dice Rafi Lavié, e invita a los espectadores a contemplar sin prisa y con ojo crítico las visiones del mundo que se despliegan en sus trabajos más allá de la tapicería de recortes de papel, garabatos en espiral, pantallas de pintura blanca y bases de madera terciada.
Extraído de Reflejos de Israel
sábado, 20 de septiembre de 2008
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